A lo largo del día y después de cada trabajo, el polvo y los restos del material grabado se van acumulando sobre la lente y los espejos ( principalmente sobre los del cabezal ). El polvo acumulado impide parcialmente el paso del haz del láser a través de la lente y el rebote del mismo en los espejos reduciendo drásticamente la potencia de salida.
A largo plazo, la acumulación de suciedad puede provocar un incremento en la temperatura superficial de la lente y los espejos durante los trabajos, provocando que estos se agrieten o se degrade su recubrimiento dorado, obligándonos a reemplazarlos por unos nuevos.
Para realizar una buena limpieza necesitarás una solución para ópticas láser y bastoncillo de algodón o pañuelos especiales. En nuestro caso solemos utilizar palillos de algodón porque resulta más sencillo acceder a todos los rincones de la óptica sin necesidad de desmontarla del cabezal.
El proceso es el siguiente:
- Elimina las partículas de mayor tamaño utilizando un compresor de aire.
- Humedece un extremo del bastoncillo y deslízalo suavemente sobre la óptica realizando pasadas siempre en la misma dirección (como si barriéramos).
- En el caso de las lentes realiza el paso anterior en sus dos caras.
- Con el extremos seco del bastoncillo realiza la misma operación para eliminar el exceso de líquido en la óptica.
- Dejar secar antes de mandar un trabajo.
Existen otras formas de limpiar las ópticas, como esta, que hemos encontrado en la página web de Coherent. La explicación incluye un video donde se observa todo el proceso.
En Contimark disponemos de kits de limpieza ( solución + pañuelos ) para llevar a cabo un correcto mantenimiento de las ópticas.
